Palabras de
Javier Velilla
Hay quien dice que el tiempo de un blog ya ha pasado. Incluso, hay quien dijo (y publicó en portada) que los blogs han muerto. En medio de ese tiempo, hemos inundado una y mil plataformas para ir contando cosas y conectar con más y más personas, pero siempre con píldoras más cortas, con textos más rápidos, con reflexiones menos profundas.
Reconozco que echo de menos 2006, cuando gran parte de lo que aprendí, innové y conecté tenía un blog como plataforma. También echo de menos canalizar las reflexiones en las que ando metido, las lecturas que me hacen crecer y enlazar, enlazar y enlazar. Y todo en una plataforma que es mía y en la que cuentan poco los algoritmos mutantes y esas cosas.
Como me muevo cómodo en las palabras, he vuelto a empezar con un blog que vuelve al origen (y que se parece mucho a ese blog que ya tenía en 2006 y que interrumpí en 2014). En medio he trabajado mucho y pasado mucho tiempo con una dieta digital que implicaba comer y cenar cada día fuera de casa (ya sabes, esas redes sociales que son, en parte, un agujero negro de tiempo).
Este humilde blog es una forma de volver a ese tiempo (y, sobre todo, a esas reflexiones). No prometo una periodicidad, pero sí presencia. Espero que os interese la aventura.
Origen tiene que ver con comienzo y con salir el sol (comparten etimología). Eso espero.
Bonus track: Por cierto, en la misma raíz de origen se esconden palabras preciosas como originar y original.